Familiares, amigos, alcaldes y diputados del FMLN dan el último adiós al alcalde Wilmer Funes, de Alegría, y a la encargada de la UACI de la misma ciudad, Zulma Rivera, quienes fueron asesinados el pasado 9 de enero cuando se dirigían a verificar proyectos al cantón Las Casitas. En la gráfica, Óscar Ortiz, alcalde de Santa Tecla, y Jaime Alberto Recinos, alcalde de Cuscatancingo, al frente, cargan el ataúd del edil.
El que siembra en tierra fértil cosecha en abundancia.
Ayer, centenares de amigos, familiares y simpatizantes del FMLN, despidieron como héroe al alcalde Moisés Funes y a la empleada municipal Zulma Rivera, asesinados el miércoles pasado, en el cantón Las Casitas, de Alegría, Usulután.El pueblo de Alegría y las representaciones de más de 25 alcaldías gobernadas por el FMLN, se volcaron para darle el último adiós a Funes, cuyos restos congregaron a más de cinco mil personas en el parque central de la localidad que lució abarrotado, e insuficiente.Temprano, la gente congregada en el parque estuvo serena, pero la llegada de los restos de Funes y Rivera, a eso de la 1:00 de la tarde, desbordó la tristeza, los lamentos y el llanto de mujeres y hombres.“¿Que si era mi amigo?, era más que mi amigo”, dijo inundado por el llanto, Sergio Arias, Coordinador de la Unidad Ambiental de la Alcaldía.“Yo mismo lo embalsamé y lo embalsamé con todo el dolor de mi alma, se me rodaban las lágrimas sobre su cuerpo” , recordó Arias, inconsolable durante los actos fúnebres y quien reclama de su amigo la terquedad de no contratar guarda espaldas.Pero, Arias no era el único que lloraba por su amigo, a medida el tiempo corrió el parque quedó chiquito y cada vez eran más los rostros cubiertos de lágrimas.“Mi esposo era un gran hombre, un gran padre de familia. Amaba a sus hijos”, recordó Mariela Flores, esposa de Funes y de cuya unión, retoñan Madeline y Moisés de 10 y 3 años, respectivamente.Poco después de las 4:00 de tarde, el parque y las calles aledañas estaban copadas y los arreglos florales no cabían al contorno de la tarima, donde se realizó primero un acto ecuménico a cargo de la iglesia Bautista Enmanuel y luego una misa a cargo de la diócesis de Santiago de María.Eso sí, nadie se quedó sin contemplar sus rostros por última vez. Ordenados en dos interminables filas cada uno de los visitantes pasó frente a los ataúdes escoltados por alcaldes y concejales.A las 5:00 de la tarde, los féretros, luego de posarlos durante dos minutos frente a la alcaldía, fueron conducidos ritmo de música de protesta y en medio de una mar de gente, hacia el cementerio general de la localidad, donde fueron sepultados a eso de las seis de la tarde.IndignaciónLos asesinatos de Moisés y Zulma, a parte del dolor y luto que ha provocado en sus familias y la militancia del FMLN ha causado indignación y severas condenas, tanto de la dirigencia del Frente como los alcaldes y líderes religiosos.“No vamos a descansar hasta que se sepa la verdad, la verdad tendrá que salir a luz pública y los culpables tendrán que pagar por el crimen”, sentenció Sigfrido Reyes, Secretario de Comunicaciones del FMLN y quien formó parte de la Comisión Política, delegada para presenciar los actos fúnebres.Reyes se pronunció porque se realice una investigación imparcial y objetiva, que permita conocer la verdad y llevar castigo a los autores del crimen. “Queremos que este crimen alevoso no quede en la impunidad”, exigió.“Aquí hay un desborde de emoción, de indignación; desde el momento que se conoció del asesinato el pueblo de Alegría se volcó consternado y dio su respaldo”, manifestó Reyes, sobre la masiva asistencia. Carlos Ruiz, alcalde de Soyapango, también condenó el asesinato de su colega. “Este abominable crimen merece la condena de todo ser humano racional”, dijo Ruiz, quien se pronunció, sin embargo, por no buscar el “mezquino sentimiento de venganza”.“Es consternable este tipo de hechos… en el país ya no se pueden seguir permitiendo”, manifestó, por su parte, Oscar Ortiz, alcalde de Santa Tecla.Luz Estrella Rodríguez, Coordinador Adjunta del FMLN y alcaldesa de Apopa, dijo ante la concurrencia que el asesinato ya ha sido denunciado nacionalmente y ante la comunidad internacional.Monseñor Rodrigo Orlando Cabrera, de la diócesis de Santiago de María, expresó que el asesinato de Moisés y Zulma es una clara señal de la maldad que impera en nuestro país.“El Salvador está a un paso de volverse un país ingobernable, yo creo que ya se volvió ingobernable, somos uno de los países más violentos del mundo y esto no nos hace ningún honor”, sostuvo el líder religioso.“ ¿Porqué los mataron?, fue por motivos personales, políticos, en este país todo puede suceder”, añadió Cabrera, al tiempo que exhortó al pueblo de Alegría a no permitir que la muerte de Funes se convierta en la causa de un aspiral de violencia. Cabrera también pidió una investigación exhaustiva.Sin móvil oficial A pesar de los rumores que han corrido sobre las causas de la muerte de Moisés y Zulama, Sigfrido Reyes, aseguró ayer que no existe una hipótesis oficial sobre el crimen.No obstante, la vox populi, y el padre Fernando Alvarado, quien fue párroco de Alegría de Santiago de María, durante 12 años, tiene fuerte sospechas que los asesinatos fueron cometidos por la misma gente que hirió de bala a José Miguel Funes, padre de Moisés, hace más de un año. Quien hirió a Funes padre fue Roberto Monterrosa, hermano del coronel Domingo Monterrosa, jefe del Batallón Atlacatl.En Alegría, la cuna de Alberto Masferrer, el concejo municipal ha declarado tres días de duelo, pero el luto y la tristeza trasciende más allá de ese tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario